El peronismo se hunde en argentina

El peronismo se hunde en Argentina.

El peronismo en crisis terminal.
Por Marcos F Coria.

La crisis política, económica y social que vive Argentina ha puesto en duda la existencia de los partidos tradicionales. Tanto el peronismo, radicalismo y PRO ven como sus militantes poco a poco van dejando sus filas. Una crisis de identidad donde la ideología no alcanza a cubrir las necesidades.

El peronismo tiene siempre los mismos apellidos.

Los partidos políticos en argentina se han transformado en un negocio familiar. Basta recorrer los nombres que están en el congreso de la nación para darnos cuenta de la situación. Es una imagen que se repite en los municipios, provincias y nación. Quizás esta imagen permitió que Javier Milei llegara al poder.

Ustedes que opinan al respecto. Acá les dejamos una encuesta para que nos puedan dar su punto de vista.

Otra imagen que termino por destruir a los partidos tradicionales fue la unión entre antiguos adversarios. Esto se vio en la última elección a presidente donde peronistas y radicales hicieron causa común. Fue toda una sorpresa para los militantes enfrentados ideológicamente.

Se dieron cuenta que la ideología sirvió para mantenerlos divididos mientras sus jefes políticos hacían negocios. Fue una gran sorpresa para los creyentes de Perón y Leandro N. Alem ver como sus líderes perdían sus principios por mantener los privilegios.

La transformación de la política y el hundimiento de los viejos partidos.

Es evidente que el mundo está cambiando y con ello la visión política. Los partidos políticos tradicionales entre los cuales está el peronismo, radicalismo y PRO están en plena decadencia. Los motivos son de lo más variados, pero hay un actor fundamental, la tecnología.

Internet y fundamentalmente las redes sociales han terminado con el monopolio de la información. Elocuente son las palabras de Elon Musk cuando dice “Lo importante es lo que opinan las personas”, hay que escucharlas. Por ello la red social X ha logrado transformarse en el bastión de la libertad de expresión.

La variedad de propuestas que tiene internet ha permitido cambiar lo viejo por lo nuevo. No solo las tecnologías se vuelven obsoletas, sino también las estructuras políticas tradicionales. El mundo está cambiando definitivamente.