Elegir entre consenso o centralización.

La dinámica de los mercados pone en duda cual es la mejor forma de tomar una decisión. Históricamente las decisiones son centralizadas pero la llegada de nuevas tecnologías ha permitido las decisiones descentralizadas.

Un mundo en constante crisis.

Las crisis económicas y geopolíticas están marcando el camino en estos últimos años. Siempre estos contextos de conflicto se han destacado por buscar soluciones que parten de decisiones centralizadas. Estas decisiones eran apropiadas para un marco donde los países no tenían demasiadas conexiones, pero en un mundo globalizado no han logrado dar una respuesta apropiada.

Este cambio de paradigma de un mundo globalizado a puesto de relieve que no siempre se puede resolver un problema con viejas recetas. Es al menos lo que estamos experimentados en estos últimos tiempos donde la velocidad del cambio es totalmente distinta. Esta diferencia de velocidad del cambio se da en todos los campos y se produce una fuerte desconexión entre las decisiones y los efectos esperados.

La velocidad de cambio muestra las graves divergencias que se producen por ejemplo en el mundo político. Allí las decisiones están desfasadas producto de este cambio de velocidad. Lo que hace patente es la ineficacia de aplicar viejos patrones que funcionaron perfectamente en otras épocas pero que actualmente carecen totalmente de sentido. Esto genera también la corrosión de la confianza, algo que vemos como una crisis y que los analistas no tienen en cuenta. También es cierto que decirle a un político importante que sus decisiones carecen de eficacia y que están generando una crisis no es políticamente correcto, aunque si implica un acto de responsabilidad si lo que se pretende es evitar que la confianza en el sistema colapse definitivamente.

Descentralización un cambio necesario.

La evolución se impone más allá de las decisiones que voluntariamente puedan hacer los seres humanos. El siglo XXI tiene nuevos retos que no pueden esperar demasiado tiempo. La divergencia tiempo y espacio marcan el comienzo de un nuevo paradigma. Este es un proceso que se profundizo con los cambios tecnológicos y que tiene como consecuencia las recurrentes crisis que se viven en todos los aspectos de la vida social.

Este espiral de crisis no es más que la muestra del final de un paradigma y el comienzo de uno nuevo. La era de la descentralización ha llegado para quedarse. Es obvio que a nadie le gusta perder privilegios que existen desde tiempo pretéritos, pero lo cierto es que aquellos que no logren comprender el cambio indefectiblemente terminaran siendo parte perdedora. “La evolución es la cruel realidad que el hombre a veces no logra comprender por pretender mantener sus viejos privilegios”.

Este nuevo panorama global impone que las decisiones sean producto del consenso descentralizado. Puede gustar o no la idea, pero lo cierto es que no hay otro camino. La evolución se impone e intentar cambiarle el nombre a las cosas solo puede servir como medio para retrasar lo indefectible. Es como pasar tu vida mirando el televisor creyendo que la paradisiaca isla está a solo un paso, pero lo cierto es que durante tu sueño fantástico lo único que has logrado es perder tiempo para hacer lo necesario y llegar a la isla de tus sueños.

Ante esta realidad es que las viejas soluciones tienen un tiempo de vida efímero. Sucedió con el Metaverso, al menos en el sentido que quisieron darle aquellos que pretendieron resguardar tras de sí sus viejos anhelos de sostener sus privilegios. Lo mismo sucede con la medicina cuando la enfermedad es terminal, cada dosis debe ser reforzada porque no produce el efecto esperado. Al terminar la moda del metaverso nació rápidamente GPTchat. Un viejo concepto tecnológico que nació hace mucho tiempo y que en menos de 6 meses ya tiene más versiones que iphone.

Ante esta nueva realidad tecnológica, el mundo requiere un cambio de paradigma que permita dar respuestas a un proceso de crisis constante. En este contexto se inserta la descentralización. Basta con observar el desarrollo de la actual crisis financiera, en la cual un activo descentralizado a logrado grandes márgenes positivos frente a un sistema clásico que parece resquebrajarse.