Cisne negro en finanzas .

Qué es un Cisne Negro en Finanzas.

Cisne Negro en Finanzas: Definición, Riesgos y Posibilidades de que Ocurra.

Por: Marcos Fabian Coria

Un cisne negro en finanzas sucedio en el año 2008, donde la quiebra de Lehman Brothers colapsó los mercados globales. En 2020, el COVID-19 paralizó economías enteras. Ambos son ejemplos de cisnes negros: eventos impredecibles, de alto impacto y que, en retrospectiva, parecen explicables. Pero, ¿qué define exactamente un cisne negro en finanzas? ¿Qué probabilidades hay de que ocurra uno? En este artículo, exploramos su naturaleza, casos históricos y estrategias para mitigar sus efectos.

¿Qué es un Cisne Negro en finanzas?

El término fue popularizado por el economista Nassim Nicholas Taleb en su libro «El Cisne Negro» (2007). Según Taleb, un cisne negro se define por tres características:

1. Imprevisibilidad: No puede anticiparse con modelos estadísticos tradicionales.
2. Impacto devastador: Genera consecuencias graves en mercados, economías o sociedades.
3. Sesgo retrospectivo: Tras ocurrir, se buscan explicaciones racionales («era obvio que pasaría»).

Un ejemplo histórico podríamos mencionar la crisis de 2008 que nadie predijo la magnitud del colapso de las hipotecas subprime. Aunque hay que recordar al gran inversor Michael Burry quien en soledad fue el único que predijo dicho acontecimiento. El resto del mercado no pudieron comprender los acontecimientos y solo Burry fue uno de los grandes ganadores de dicho colapso.

¿Por qué los Cisnes Negros son tan peligrosos?

En primer lugar se genera una falsa sensación de seguridad: Los modelos financieros asumen que los mercados siguen patrones estables, ignorando lo desconocido. Esto es lo que generalmente produce la catástrofe, un evento de características impredecibles e inesperadas.

En segundo lugar puede producir un efecto dominó: Puede iniciarse como un evento localizado (ej.: guerra) esto puede disparar precios de energía, inflación y recesiones globales. Además de generar un empobrecimiento general de la población como consecuencia de la extracción de recursos de la sociedad para sostener los eventos bélicos.

Por último los sesgos cognitivos: por lo general los seres humanos subestiman lo improbable hasta que sucede («esto no nos afectará»). Un ejemplo de ello es el antes mencionado ejemplo de Michael Burry.

Ejemplos de Cisnes Negros en la historia financiera.

1. Crack del 29: El colapso bursátil que desencadenó la Gran Depresión.
2. Atentados del 11-S (2001): Impacto inmediato en bolsas, seguros y sector aéreo.
3. Brexit (2016): La salida del Reino Unido de la UE sorprendió a mercados y analistas.
4. Cripto Crash de 2022: La quiebra de FTX y TerraLUNA colapsó el valor de Bitcoin y otras criptomonedas.

¿Qué probabilidad hay de que ocurra un Cisne Negro?

Según Taleb, es imposible calcular la probabilidad exacta de un cisne negro, ya que, por definición, son eventos fuera de los modelos predictivos. Sin embargo, factores modernos aumentan la vulnerabilidad: Un ejemplo de ello es la globalización cuya interconexión económica amplifica riesgos y las posibilidades de cambios bruscos en ciertos sectores estratégicos que pueden desencadenar reacciones impensadas en otros mercados. El famoso efecto mariposa.

También la tecnología puede ser parte de estos acontecimientos cuando se producen ciberataques o fallos en IA podrían desestabilizar sistemas financieros.

Cómo prepararse para un Cisne Negro: Estrategias.

Aunque no pueden preverse, es posible reducir su impacto por medio de diversificación extrema, es decir invertir en múltiples activos (Bitcoin, oro, bonos, bienes raíces) y zonas geográficas. También la liquidez puede ayudar en situaciones de crisis. Esto puede permitir aprovechar oportunidades de compra mientras el resto vende sus activos.

Un punto muy importante es evitar deuda excesiva: La flexibilidad financiera es clave para resistir shocks imprevistos ya que en estas situaciones pueden llevar volatilidad a los intereses que caen sobre las deudas.

¿Estamos ante un Cisne Negro en 2025?

Según nuestras previsiones hay una serie de acontecimientos que podrían desencadenar un cisne negro. Entre ellos podemos destacar una guerra comercial entre los gigantes de la economía global como los son Estados Unidos y China. Hay una gran variedad de motivos por los cuales podría producirse: tensiones por Microchip, energía o IA.

También podríamos destacar la posible burbuja de la deuda global que tienen ciertos países y que por la importancia de estas deudas podría tener efectos impensados.

Sin embargo, si se anticipa ampliamente, deja de ser un cisne negro. La clave está en lo inesperado.

Los cisnes negros son recordatorios de que el mundo financiero es caótico e impredecible. Aunque no podemos evitarlos, entender su naturaleza y preparar nuestras inversiones con estrategias resilientes es la mejor defensa. Como dijo Taleb: «Lo que no sabemos es más relevante que lo que sabemos».

¿Tienes más dudas sobre un cisne negro? ¡Déjanos un comentario y comparte tu experiencia!