Tiempos modernos, tiempos perdidos

Por: Marcos F Coria

Los tiempos modernos han generado incertidumbre política y económica como consecuencia de errores estratégicos a nivel político y fundamentalmente a políticas económicas parasitarias que han empobrecido como nunca las sociedades.

Históricamente vamos a empezar culpando a Nixon, este es el punto donde la decadencia se inicia. El día que el dólar dejo de respaldarse con oro el valor se fue degradando. Los acuerdos de Bretton Woods habían terminado, es lo que sucede cuando un contrato no se cumple. Esto no es una opinión, es un hecho factico que permitió a casi todos los estados pudieran endeudarse más allá de lo que se podían permitir. Para ser más claros, si vos dispones de 1000 USD no puedes gastar 10000 USD, la cuenta tarde o temprano hay que pagarla.

Para quienes son +40 recordaran las épocas en las cuales comprar un jeans de marca implicaba un gran gasto y con ello una gran responsabilidad. Ese jeans se usaba para ir a las fiestas y después se guardaba. Seguramente muchos jóvenes se estarán preguntando si esto realmente existió. Lo que sucede es que al poco tiempo todo cambio. Los más jóvenes disfrutaron de una abundancia que se está terminando y aparentemente a llegado el ticket.

Esta es la parte más agria de la historia, el ciclo económico está cumplido y estamos ingresando en una recesión. La deuda es casi impagable y aunque muchos no quieran aceptarlo, esta debe ser pagada.

Inflación y deuda

La degradación del valor como consecuencia de políticas económicas equivocadas ha generado millones de pobres alrededor del mundo. Argentina es un ejemplo y muchos países del mundo están siguiendo al renglón la formula argenta. Algunos economistas están sorprendidos por la influencia que genera el modelo argento, compre hoy y pague cuando pueda o quiera. Aunque todos sabemos que Argentina es un buen pagador, diría un excelente pagador. Es que con el sudor de un argentino puedes hacer negocios hasta el cansancio.

Esto es lo que le depara a gran parte del planeta, sudar hasta pagar la deuda. Hasta da la sensación que con la inflación no alcanza, la cuenta es muy grande.

Otro gran inconveniente es la deuda de los países que se acerca a límites en los cuales su pago resulta una fantasía. Muchos de estos países trasladaron toda su industria a oriente y es que el valor no se genera de la nada, aunque los ilusionistas de la teoría económica moderna dicen tener la fórmula mágica. Pero todos sabemos que no existe tal magia, la economía tiene sus leyes naturales y deben cumplirse. La física del mercado es donde claudicaran las ideas renovadas de un puñado de economistas que sueñan con evitar la gravedad.

Tanta euforia generan estas teorías económicas que las impresoras de dinero trabajan sin cesar. Nadie sabe si realmente creen que esta teoría los podrá salvar o saben que tiene que llegar el fin y cuanto más rápido mejor.

-Creer, no implica saber –